El célebre discurso de Sarmiento, en Chivilcoy, el 3 de octubre de 1868.

El ilustre prócer sanjuanino, Don Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), quien pronunció, desde nuestra ciudad, el sábado 3 de octubre de 1868, su célebre discurso, programa de gobierno: «Les prometo HACER CIEN CHIVILCOY». Sarmiento, que era presidente electo, de la República, hubo de asumir, la primera magistratura del país, el 12 de octubre de 1868.

El sábado, 3 de octubre de 1868, siendo ya, presidente electo de la Nación, nueve días antes, de asumir la primera magistratura del país, Don Domingo Faustino Sarmiento (1811 – 1888), hubo de visitar, nuestro pueblo, y desde la plaza principal de Chivilcoy, frente a una considerable y entusiasta presencia de vecinos, pronunció su tan famoso discurso, programa de gobierno.

Inauguración, del monumento sarmientino, en la plaza principal 25 de Mayo, el 22 de octubre de 2007, durante la gestión municipal, del Dr. Ariel Fabián Franetovich. Allí, en dicha obra escultórica, figura un fragmento significativo, del famoso discurso de Sarmiento, aquel histórico y memorable, sábado 3 de octubre de 1868.

Sarmiento, había descubierto, las tan laboriosas y prósperas “chacras chivilcoyanas”, a fines del mes de enero de 1852, cuando atravesó, nuestra región geográfica del oeste bonaerense, integrando, como “boletinero”, el Ejército Grande, del general Justo José de Urquiza, cuyo contingente bélico, derrotó a las tropas de Don Juan Manuel de Rosas, en la memorable batalla de Caseros, el 3 de febrero, de ese mismo año, 1852. Tiempo más tarde, en el mes de marzo de 1857, Sarmiento, estuvo aquí, en Chivilcoy, presidiendo, la solemne y emotiva ceremonia de inauguración, de la primitiva capilla, en honor de la Virgen Nuestra Señora del Rosario, y unos meses después, el 13 de octubre de 1857, cuando ocupaba una banca de senador, en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, gracias a su brillante y tan notable iniciativa, logró la sanción, de la importante “Ley de Tierras, para el Partido de Chivilcoy”; la cual, de un modo altamente beneficioso y positivo, favoreció el crecimiento, la expansión y el desarrollo, de las actividades agrícolas, en nuestra zona.

Sarmiento, en su resonante y muy difundida pieza oratoria, hubo de resaltar, el trabajo, el hondo impulso, la pujanza y, el gran espíritu progresista de Chivilcoy, proponiendo y mostrando a nuestro pueblo, como aleccionador y verdadero ejemplo, modelo y paradigma, ante el amplio panorama territorial de la Argentina.

El ilustre sanjuanino, expresaba: “Yo haré uso de esta fiesta, publicando desde aquí, mi programa de gobierno; y les digo pues, a todos los pueblos de la República, que Chivilcoy es el programa de gobierno, del presidente Domingo Faustino Sarmiento. Decidles a mis amigos, que no se han engañado al elegirme presidente de la República, porque les prometo HACER CIEN CHIVILCOY, EN LOS SEIS AÑOS DE MI GOBIERNO, con tierra para cada padre de familia, con escuelas para sus hijos. He aquí, mi programa, y si el éxito corona mis esfuerzos, Chivilcoy tendrá su parte en ello, por haber sido el pionero, que ensayó con mejor espíritu, la nueva Ley de Tierras, y ha estado demostrando que la Pampa, no está condenada, como se pretende, a dar exclusivamente pasto a los animales, sino que en pocos años, aquí, como en todo el territorio argentino, ha de ser luego asiento de pueblos libres, trabajadores y felices”.

El 22 de octubre de 2007, durante la celebración del 153 aniversario, de la fundación de nuestra ciudad, bajo la administración municipal, del Dr. Ariel Fabián Franetovich, se inauguró, en la plaza principal 25 de Mayo, un monumento sarmientino, en forma de libro, donde se reproducen, los fragmentos más relevantes de aquel célebre discurso, del 3 de octubre de 1868, cuando la vibrante y profética voz de Don Domingo Faustino Sarmiento, proclamaba su programa de gobierno, prometiendo HACER CIEN CHIVILCOY.

A Domingo Faustino Sarmiento, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Vocación de profunda docencia, y un espíritu siempre impetuoso; clara fibra, sentir vigoroso, firme acción y elevada conciencia. Hondo empeño y segura presencia, voluntad, corazón fervoroso; una intensa labor, sin reposo, gran pasión, valentía y vehemencia… Fiel maestro, escritor, periodista, gobernante, orador, estadista, vasto y rico saber, pensamiento… Hoy, lo nombro en el aula más pura, y enarbolo después, la figura de Domingo Faustino Sarmiento.

Busto de Domingo Faustino Sarmiento, en el hall central, de la Escuela Normal, homónima, inaugurado, el 11 de septiembre de 1923.