El auténtico y meritorio, poeta gauchesco, Don Valentín Pérez (1901 – 1980).
El auténtico y caracterizado, poeta gauchesco, Don Valentín Pérez, nacido en la vecina ciudad de Veinticinco de Mayo, el 17 de diciembre de 1901, y fallecido en Chivilcoy, el 12 de julio de 1980, a los 78 años de edad.
La página evocativa de la fecha, nos aproxima la cálida y entrañable memoria, del auténtico y muy meritorio poeta gauchesco, Don Valentín Pérez, un genuino exponente, de nuestras letras chivilcoyanas, quien a lo largo, de una fiel y sostenida trayectoria, hubo de caracterizarse, por sus claros sueños e ideales, su noble y profundo espíritu de autididacto, su afán y sinceros anhelos, de plausible superación personal, su espontánea y fluida inspiración interior, sus múltiples iniciativas e inquietudes, y sus amplios conocimientos y familiaridad, respecto del ambiente campero, las expresiones folklóricas y nativas, la idiosincrasia paisana y, el criollismo. Nacido, en la vecina ciudad de Veinticinco de Mayo, el 17 de diciembre de 1901, hacia el año 1903, su familia, resolvió radicarse, aquí, en Chivilcoy, y Don Valentín Pérez, supo arraigarse, en nuestro medio; desarrollando, posteriormente, distintas y apreciables actividades, y canalizando, por otra parte, su honda y bien acendrada vocación poética. En el mes de mayo, de 1954, entregó a la estampa, el volumen de versos “Plegarias laicas – Bosquejo de Barrio – Páginas pasionales”, editado en los talleres gráficos “Oeste”, y con un prólogo, del destacado y prestigioso, dirigente político y deportivo, investigador del pasado lugareño, y hombre público local, Don Vicente José Abriola (1907 – 2003). Años más tarde, en el mes de diciembre de 1966, publicó el libro de poemas gauchescos “El arriero de nubes”, que hubo de editarse en la imprenta, del periódico “Fígaro”, y lleva una introducción, o palabras liminares, del siempre recordado y notable periodista, escritor, poeta y docente, Diego Bernabé Rositto (1919 – 1991). En otro orden, dentro de la esfera teatral, Don Valentín Pérez, al lado de Ángel G. Díaz, promovió la fundación, del “cuadro filodramático”, denominado “El Ceibo”; el cual, representó, una pieza escénica suya, titulada “Luna de arrabal”, el 8 de julio de 1947. El mismo, Don Valentín Pérez, tuvo a su cargo, la dirección de dicha obra. Antiguo y querido vecino, de la barriada de la plaza Moreno, presidió la comisión de fomento, de este sector geográfico, de nuestra ciudad, y durante su desempeño, se llevaron a cabo, diferentes trabajos, de mejora y restauración, de aquel paseo público, y la inauguración, del imponente y bello “Monumento a la Madre” – obra del gran escultor y docente chivilcoyano, profesor Antonio Bardi (1909 – 1988), inaugurado en 1960. Don Valentín Pérez, falleció el 12 de julio de 1980, a los 78 años de edad.
Los reseros, de Carlos Armando Costanzo.
Hoy, quisiera evocar a los reseros, que en un tiempo de pampa, ya lejano, supieron recorrer, leguas del llano, bajo soles, heladas o aguaceros. Hoy, quisiera evocar a esos troperos, con su hondo sentimiento, bien paisano; sus costumbres, su espíritu baquiano, su amistad y sus gestos de aparceros… Evocar sus caminos, su nobleza, sus huellas, su experiencia, su destreza, su vigor y su fibra más genuina… Ellos merecen, hoy, un homenaje, porque a fuerza de lucha y de coraje, construyeron mi Patria, la Argentina.
Tiempo de arrieros, por Carlos Armando Costanzo.
Tiempo de arrieros, tiempo legendario, del desierto, la pampa y el paisaje, la carreta, el fortín, el paisanaje, la honda huella y el árbol centenario. Tiempo del rancho, pobre y solitario, los caminos, el viento, el duro viaje; el trabajo, el esfuerzo y el coraje, la honradez y el sentido solidario. Tiempo del noble potro y de la tierra, la tropilla, las domas y la yerra, la guitarra y la zamba perdurable… Hoy, te nombro, con voz emocionada, mundo del gaucho, el mate y la payada, tiempo de arrieros, tiempo inolvidable.
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